En mi artículo
anterior mencionaba lo interesante que es esa relación dual entre “Hacer-Ser” y
“Ser-Hacer”, porqué nos permite conocer cómo somos por las cosas que hacemos; y
por otro lado, nos hace reflexionar sobre la capacidad que tenemos para cambiar
la forma en que “somos” mediante el aprendizaje de nuevas formas de “hacer” las
cosas.
Cómo expliqué en mi artículo “Como funciona el coaching ontológico”,
el aprendizaje puede ser de tres tipos:
- De
primer orden: cuando se refiere a un cambio en las acciones que realizamos.
- De
segundo orden: cuando nuestro ser cambia debido a que hemos aprendido nuevas
habilidades que amplían nuestras capacidades de acción.
- De
segundo orden “transformacional”: cuando transformamos nuestro ser al haber
desaprendido juicios, creencias, emociones que condicionaban nuestra conducta
limitando nuestras capacidades de acción.
Estos tres tipos de
aprendizaje son muy importantes, porque nos permiten incrementar nuestras
posibilidades de acción para alcanzar u obtener los resultados y metas que nos
trazamos en la vida. Es decir, nos hacen tomar consciencia de que somos responsables
de los resultados que logramos, y de la capacidad para “reinventar” nuestro ser.
En otras palabras, dejamos de vernos como “víctimas inocentes” de lo que nos
pasa, para convertirnos en “protagonistas” de nuestro ser y nuestra vida.
Lo que también debemos
estar conscientes es que estos aprendizajes demandan mucho esfuerzo, como todas
las cosas que valen la pena en la vida. El de primer orden nos requerirá flexibilidad
y estar siempre atentos para averiguar las mejores acciones para lograr nuestros
resultados. El de segundo orden nos demandará estar continuamente dispuestos al
aprendizaje de nuevas habilidades y destrezas. Finalmente el de segundo orden
transformacional, el más complejo, nos retará a ser reflexivos, valientes y
perseverantes, solo así se pueden desaprender juicios, creencias y emociones
que han guiado nuestras acciones por años.
¿Se pueden realizar
estos tres tipos de aprendizaje por cuenta propia? Particularmente pienso que
sí, es cuestión de crear hábitos y habilidades de autorreflexión, autodisciplina
y autodesarrollo. Sin embargo, puede ser complejo. En todo caso, allí está en
el espacio en el que un coach puede ser útil. Un coach que te acompañe en ese
proceso de aprendizaje, porque recuerda, el protagonista y responsable de tu
vida eres tú, y solo tú.
Hasta el lunes.