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jueves, 10 de diciembre de 2015

INTRODUCCIÓN AL MUNDO EMOCIONAL EN EL COACHING

Percibo que si bien en la actualidad se escucha darle mayor importancia al mundo emocional, aún se le percibe como algo que debe ser controlado por el mundo racional. “Debes controlar tus emociones” es una máxima que se suele decir, como si estás fuesen algo negativo, y como si fuese fácil impedir que estas aparezcan.

En mi artículo del 26 de octubre expliqué la importancia de las emociones en el coaching por ser uno de los tres dominios básicos del ser humano, junto con el cuerpo y el lenguaje. Por tal razón, el objetivo de este artículo es darle la importancia debida al mundo emocional respondiendo en principio a las siguientes preguntas: ¿por qué las emociones suelen aparecer primero cuando reaccionamos ante algún acontecimiento?, y ¿qué son las emociones?

Recurriremos a Daniel Goleman famoso por su libro La inteligencia emocional y a Humberto Maturana biólogo e investigador chileno con prestigio en el campo de la neurolingüística. En mi opinión, ambos tienen ciertas coincidencias que nos pueden ayudar a responder las preguntas planteadas.

En cuanto a ¿por qué las emociones suelen aparecer primero cuando reaccionamos ante algún acontecimiento? Goleman y Maturana piensan que esto se debe a que las emociones tienen un mayor tiempo viviendo en la estructura biológica de los seres humanos. Ambos consideran que las emociones deben haber aparecido y comenzado a ser transmitidas evolutivamente desde la época de los primates homínidos (del cual provenimos los seres humanos) en términos de millones de años atrás. En cambio, la racionalidad aparece en el Homo sapiens solo miles de años atrás. Por tal razón, la estructura biológica de los seres humanos tiene componentes biológicos neurológicos que hacen reaccionar al cuerpo con mayor rapidez a la emocionalidad que a la racionalidad.

Con relación a la pregunta ¿qué son las emociones? Goleman considera que son impulsos para actuar que conducen a la acción. Por su parte, Maturana las describe como dominios de acciones o disposiciones corporales que especifican en cada instante tipos de conductas. Es decir, en ambos casos describen a las emociones ligadas directamente a las acciones que realizamos los seres humanos. En otras palabras, es casi imposible que podamos impedir que nuestra estructura biológica deje de producir emociones. Lo que si podemos hacer, es reflexionar (racionalmente) sobre las emociones que estamos viviendo y administrarlas en forma responsable.

En los próximos artículos empezaremos a trabajar las principales emociones básicas como el miedo, el enojo, la tristeza, la alegría, la ternura y el placer.

Hasta el lunes.