El enojo es la emoción
que aparece cuando interpretamos que hemos sufrido una pérdida “injusta” de
alguien o de algo. El elemento clave es la injusticia. Cuando surge esta
emoción el cuerpo está dispuesto para “luchar”. La
magnitud de esta emoción puede surgir desde una “incomodidad” hasta el grado
superlativo de la “ira”.
La emoción del enojo
es útil porque nos permite conservar nuestra dignidad al poder manifestar
nuestra posición frente a situaciones que interpretamos como injustas, pero
debemos trabajar para dar una respuesta adecuada a nuestra emoción, que evite
incurrir en respuestas inadecuadas agresivas o violentas.
Por ejemplo,
supongamos que una persona que llamaremos Lucio tenía aspiraciones de ser
promocionado como jefe de su área. Sin embargo, luego de seis meses se promueve
como jefe a otro de sus colegas de trabajo. Lucio al enterarse de la noticia se
enoja, porque interpreta que él ha perdido esa oportunidad de una manera
injusta. Su cuerpo está preparado para la lucha, en este caso quiere quejarse contra
su jefe.
Ante esa situación
Lucio podría dejarse llevar por su emoción de enojo y quejarse agresivamente
frente a su jefe. En nuestra opinión, mientras más agresiva sea su queja, mayor
será el riesgo que los resultados que obtenga por parte de su jefe sean
insatisfactorios. Consideramos que esa sería una respuesta inadecuada (o
disfuncional) de parte de Lucio.
Sin embargo, Lucio tiene
otra alternativa. Él puede mantener la calma y reflexionar frente a la situación
y analizar si es razonable su interpretación de estar sufriendo una injusticia.
Por ejemplo, se podría formular las siguientes preguntas, ¿cumple él con los
requisitos de formación académica que requiere el puesto?, ¿ha realizado logros
suficientes como para lograr esa promoción?, ¿tiene las habilidades que
requiere ese puesto?
Las respuestas a las
preguntas antes mencionadas, pueden ayudar a Lucio a clarificar si es razonable
o no su interpretación de estar sufriendo una injusticia. En el caso de que
Lucio luego de su análisis consideré que aún no cumplía con las condiciones
para lograr la promoción, consideramos que estará más preparado para aceptar la
situación y calmar su enojo. Sin embargo, si luego de su análisis Lucio
considera que sí debió conseguir la promoción contará con argumentos que le
permitirán sustentar un reclamo ante su jefe, lo cual en nuestra opinión sería
una respuesta adecuada (o funcional) a su emoción.
Consideramos que esta
segunda alternativa es la adecuada porque el reclamo de Lucio sustentado con
argumentos debería propiciar por parte de su jefe una respuesta en función de
los argumentos planteados. Dependiendo de la calidad de los argumentos de su
jefe en sus respuestas, Lucio podrá analizar si está, o no, frente a una situación
de injusticia y podrá tomar la decisión que consideré más adecuada, que irá desde aceptar la situación y seguir
adelante, hasta abandonar la relación con su jefe en la forma que crea más
conveniente.
Hasta el jueves