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lunes, 21 de diciembre de 2015

EL ENOJO

El enojo es la emoción que aparece cuando interpretamos que hemos sufrido una pérdida “injusta” de alguien o de algo. El elemento clave es la injusticia. Cuando surge esta emoción el cuerpo está dispuesto para “luchar”. La magnitud de esta emoción puede surgir desde una “incomodidad” hasta el grado superlativo de la “ira”.

La emoción del enojo es útil porque nos permite conservar nuestra dignidad al poder manifestar nuestra posición frente a situaciones que interpretamos como injustas, pero debemos trabajar para dar una respuesta adecuada a nuestra emoción, que evite incurrir en respuestas inadecuadas agresivas o violentas.

Por ejemplo, supongamos que una persona que llamaremos Lucio tenía aspiraciones de ser promocionado como jefe de su área. Sin embargo, luego de seis meses se promueve como jefe a otro de sus colegas de trabajo. Lucio al enterarse de la noticia se enoja, porque interpreta que él ha perdido esa oportunidad de una manera injusta. Su cuerpo está preparado para la lucha, en este caso quiere quejarse contra su jefe.

Ante esa situación Lucio podría dejarse llevar por su emoción de enojo y quejarse agresivamente frente a su jefe. En nuestra opinión, mientras más agresiva sea su queja, mayor será el riesgo que los resultados que obtenga por parte de su jefe sean insatisfactorios. Consideramos que esa sería una respuesta inadecuada (o disfuncional) de parte de Lucio.

Sin embargo, Lucio tiene otra alternativa. Él puede mantener la calma y reflexionar frente a la situación y analizar si es razonable su interpretación de estar sufriendo una injusticia. Por ejemplo, se podría formular las siguientes preguntas, ¿cumple él con los requisitos de formación académica que requiere el puesto?, ¿ha realizado logros suficientes como para lograr esa promoción?, ¿tiene las habilidades que requiere ese puesto?

Las respuestas a las preguntas antes mencionadas, pueden ayudar a Lucio a clarificar si es razonable o no su interpretación de estar sufriendo una injusticia. En el caso de que Lucio luego de su análisis consideré que aún no cumplía con las condiciones para lograr la promoción, consideramos que estará más preparado para aceptar la situación y calmar su enojo. Sin embargo, si luego de su análisis Lucio considera que sí debió conseguir la promoción contará con argumentos que le permitirán sustentar un reclamo ante su jefe, lo cual en nuestra opinión sería una respuesta adecuada (o funcional) a su emoción.

Consideramos que esta segunda alternativa es la adecuada porque el reclamo de Lucio sustentado con argumentos debería propiciar por parte de su jefe una respuesta en función de los argumentos planteados. Dependiendo de la calidad de los argumentos de su jefe en sus respuestas, Lucio podrá analizar si está, o no, frente a una situación de injusticia y podrá tomar la decisión que consideré más adecuada,  que irá desde aceptar la situación y seguir adelante, hasta abandonar la relación con su jefe en la forma que crea más conveniente.

Hasta el jueves