Primero que todo les contaré
quien es “La peque”. Su nombre es Paula Pareto y es de nacionalidad argentina. Tiene 30 años
y mide 1.50 metros. Es yudoca y el sábado ganó una medalla olímpica de oro
¡Tremenda peque!
Les contaré un poco más de ella.
Antes de ganar esta reciente medalla de oro olímpica, ella ya había ganado
otras medallas para su país. Medalla de bronce olímpica en el 2008. Medallas de
oro y plata en los mundiales de 2015 y 2014 respectivamente. Medallas de oro,
plata y bronce en los panamericanos de 2011, 2015 y 2007 respectivamente.
Además de otras medallas de oro, plata y bronce en varios campeonatos
panamericanos. Y como si esto fuera poco, se graduó de médica en el 2014
¡Tremenda peque!
Ayer, antes de saber lo
antes mencionado me hice hincha de “La peque”. La vi en sus dos últimos
combates. La semifinal con una chica japonesa y la final con una chica coreana,
ambas muy buenas, lo que enaltece aún más los triunfos de la argentina. Me
gustó la actitud de “La peque”, muy concentrada, fuerte, hábil en su disciplina
e inteligente para gestionar sus resultados.
Me encantó también su
celebración. Con lágrimas en los ojos y colgada literalmente de su familia.
Abrazando a todos, familiares, amigos, conocidos y desconocidos. Sus
declaraciones emotivas y subrayando que no era un triunfo de ella sola,
mencionaba a su entrenadora, a sus compañeras de entrenamiento, a la
federación, en fin a todos los que la apoyaron en su camino ¡Tremenda peque!
A estas alturas mis queridos
lectores y lectoras ustedes pueden estar diciendo, bueno, bacán, pero, ¿qué
tiene que ver esto con el coaching?
Bueno, lo que pasa es que
después que ganó su medalla, como comprenderán los argentinos comenzaron a
divulgar la historia de “La peque” y le hicieron entrevistas más profundas. Con
esa poca información me di cuenta que estaba frente a un gran ser humano. “La
peque” conocía de triunfos, pero también conocía de derrotas. Ella contaba que
estas derrotas no la deprimieron, al contrario, las aceptó y las consideró como
aprendizajes: aprendo mucho más de las derrotas decía la argentina.
Asimismo, me imaginaba a “La
peque” entrenando duro y en forma cotidiana, qué es la única forma en que se
aprende a hacer las cosas para ser la mejor versión de uno mismo. Además, estudiando
duro para ser médica. Contaba ella que aprovechaba todo tiempo escaso
disponible para estudiar. Por eso no me canso de decir: ¡Tremenda peque!
Hasta el jueves, aquí les
dejo una foto de “La peque” luego de ganar la final.