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lunes, 2 de mayo de 2016

EL PROCESO DE LAS DISTORSIONES EN LA PNL

En artículos anteriores hemos escrito sobre los procesos de modelaje llamados generalizaciones y eliminaciones. El día de hoy nuestro artículo se referirá al proceso de modelaje de las “distorsiones”, que según Bandler y Grinder (en su libro Estructura de la magia I) es el tercer proceso mediante el cual construimos en nuestro cerebro mapas o modelos del mundo que nos sirven para interpretarlo y actuar en él.

Las distorsiones es un proceso por el cual, debido a las creencias o prejuicios poderosos que tenemos en nuestro ser, hacemos cambios en los datos que percibimos con nuestros sentidos. Veamos algunos ejemplos:

-       Si tenemos la creencia o prejuicio que todos los niños (causa) hacen travesuras (efecto), la presencia de niños en nuestra casa puede predisponernos a que todos los movimientos de los niños los veamos como travesuras a pesar de que no sean así. Esta es una distorsión de causa efecto.
-    Si tenemos la creencia o prejuicio que nuestro jefe solo nos llama para hacernos recriminaciones, se pueden dar casos en que nuestro jefe nos esté haciendo un elogio y nosotros escuchamos lo contrario. De repente en esos casos un tercero nos dice, pero tu jefe te ha estado alabando, y nosotros decimos, ¿ahh si? En esos casos la distorsión que opera es la “lectura de mente”, es decir pensamos que ya sabemos lo que la otra persona va a decir o hacer y eso es lo que prevalece en nuestra percepción.
-       Si tenemos la creencia de que el tiempo de ocio es malo, las vacaciones, los paseos y las diversiones en general estarán fuera de nuestras posibilidades de acción o no serán prioritarias. En este caso la distorsión es causada por la fortaleza de nuestro paradigma.

Hay otra clase distorsión que no tiene que ver tanto con las creencias o prejuicios sino con una tendencia a considerar los procesos como si fueran eventos finitos sobre los que no podemos hacer nada. Por ejemplo, si decimos “mi decisión fue la de permanecer en la directiva del club”. Estamos convirtiendo al proceso de “decidir” en un sustantivo “decisión”. El punto es que si lo vemos como un sustantivo de un evento finito podemos pensar que ya no podemos hacer nada al respecto. En cambio, si lo vemos como un proceso continuo, la posibilidad de reflexionar y de decidir revocar nuestra decisión la podemos realizar en cualquier momento.

El proceso de la creación de distorsiones al igual que el de generalizaciones y eliminaciones, tienen la característica que como se vuelven parte de nuestro ser se vuelven invisibles para nosotros. Esa es la principal complicación con estos procesos. Será necesario que aprendamos a reflexionar para darnos cuenta de ello y poder retar los fundamentos de esos procesos y poder aumentar nuestras posibilidades de acción.

Hasta el jueves.