Quería escribir un artículo
diferente hoy jueves Santo en honor a Jesús el protagonista de la Semana Santa.
Sin embargo, no quería que fuese un mensaje religioso, porque una de mis
decisiones cuando inicié el Blog era no mezclar en mis artículos profesionales
mis creencias religiosas.
En ese orden de ideas decidí
no hablar del amor que en mi opinión es la emoción más importante que se siente
en estas fechas; y más bien decidí hablar de la amistad, que también en mi
opinión es la segunda en importancia.
¿Y por qué pienso que la
amistad es la segunda en importancia? Porqué me lo enseñaron en casa, “cuida a
esos amigos hijito, son buena gente” me decía mi madre. “Los buenos amigos hay
que cuidarlos” decía mi abuela. Son juicios maestros que viven en mi mente.
Por eso, cuando hablo de
amistad inmediatamente e inevitablemente vienen a mi mente los rostros de mis
amigos y mis amigas. No vienen en orden cronológico ni de importancia.
Simplemente vienen se pasean por mi mente y me sonríen. Mi cuerpo se estremece
mi rostro esboza una sonrisa y me siento muy bien.
Podemos tener amigos y
amigas de todas las épocas y de todos los lugares donde hemos transitado. Son
ellos los que le dan vida a nuestros recuerdos y es con ellos que los
recordamos y disfrutamos. Surgen palabras como: ¿te acuerdas la vez que …….?,
¿te acuerdas de …..? Y es a través de esos amigos y amigas que nos damos cuenta
de lo que hemos vivido y de las cosas por las cuales debemos estar agradecidos.
Son los amigos y amigas los
que nos acompañan en los éxitos, pero sobre todo en nuestras caídas. Ellos están allí dándonos
una mano, una palabra de aliento o quizás simplemente haciéndonos saber que
están allí.
En mi interpretación muy
personal me imagino a un Jesús amiguero. Él tenía muchos seguidores, pero hizo
su grupo de doce amigos íntimos. Sus patas, patas como diríamos criollamente
hoy en día. También tenía sus amigos donde iba cuando quería descansar, los de
confianza, donde usualmente la conducta se relaja. Así me imagino a Lázaro y
sus hermanas Marta y María.
Por eso el día de hoy, le
rindo un homenaje a la amistad y a mis amigos y amigas, y también a los amigos
y amigas de ustedes mis queridos lectores y lectoras. El día de hoy jueves
Santo en el que Jesús sufrió la traición, negación y abandono de sus mejores
amigos. Sin embargo, él los perdonó y murió por ellos.
Hasta el lunes, que tengan
un buen fin de Semana Santa.