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lunes, 20 de junio de 2016

LAS DISCREPANCIAS EMOCIONALES

En las relaciones e interacciones entre los seres humanos es usual que se den discrepancias. Los seres humanos aprendemos a solucionar nuestras discrepancias para poder convivir en sociedad.

Sin embargo, hay discrepancias sencillas y discrepancias complejas. Según Humberto Maturana las discrepancias más complejas son las que tienen bases emocionales más sólidas. En opinión de él, todo argumento racional se basa en algún conjunto de creencias, certezas, juicios aceptados desde el emocionar. Y en la medida que esas creencias, certezas, juicios sean muy poderosos impedirán que la persona que es presa de ellos puede abrirse a posiciones diferentes o contrarias.

Supongamos que dos familias amigas están buscando que hacer en un día feriado y a las dos familias les gusta el ambiente campestre (coincidencia emocional). Un miembro de unas de las familias propone ir a al restaurante campestre “El fundo” y su fundamento es que allí cocinan muy bien.   De pronto un miembro de la otra familia propone el restaurante “La cacerola” y sus fundamentos son que allí además de cocinar bien, hay piscinas y juegos recreativos. La primera familia ante los mejores fundamentos de la segunda familia decide ir al restaurante “La cacerola”.

Pero veamos qué sucede cuando no hay coincidencia emocional. Para ello cambiemos algunos factores dejando los otros iguales. Supongamos que la propuesta de la primera familia del restaurante campestre “El fundo” es porque le gustan esta clase de restaurantes y odian los restaurantes playeros. Por otra parte, supongamos que la propuesta de la segunda familia del restaurante “La cacerola” se refiere a un restaurante playero, porque odian los restaurantes campestres. De pronto el acuerdo no llega a pesar de que la propuesta de la segunda familia tenga mejores fundamentos racionales. En este caso esos fundamentos racionales no logran superar los fundamentos emocionales de la primera familia.

¿Qué se hace en estos casos? Si las dos familias como también hemos supuesto son amigas y predomina la emoción de la amistad buscarán un acuerdo que permita que ambas se sientan bien emocionalmente. Este acuerdo podría tener muchas variantes, desde quedarse en la casa de una ellas, o buscar un lugar que no sea ni playero ni campestre, o buscar turnarse esta vez en uno y la próxima vez en otro. El punto es, que cuando hay discrepancias con fundamentos emocionales poderosos la única forma de solucionarlas es con alternativas que partan de una emoción más abarcadora, como en este caso la amistad.

Ahora, quizás podemos entender porqué es tan difícil que se pongan de acuerdo los mineros con los campesinos-pastores o los ambientalistas.

Hasta el jueves.