'

jueves, 7 de enero de 2016

EL PLACER

El placer es la emoción que surge cuando interpretamos que estamos disfrutando de algo o alguien agradable. Nuestro cuerpo se prepara para el gozo, deleite, regocijo. La magnitud de esta emoción puede ir desde los gustos hasta los vicios.

La respuesta adecuada (funcional) a la emoción del placer está ligada al disfrute, gozo, deleite en armonía con nosotros mismos, los otros y la naturaleza. La respuesta inadecuada (disfuncional) estará relacionada a los excesos de los placeres y que pueden hacer daño a nosotros mismos, a los demás o a la naturaleza.

Como de costumbre clarificaremos las características de estas respuestas adecuadas o inadecuadas frente a la emoción del placer con algunos ejemplos de la vida cotidiana:

-              Cuando comemos manjares agradables a nuestro paladar, la respuesta adecuada es disfrutar lo máximo de ellos y con la mayor frecuencia “posible”. Sin embargo, si caemos en el exceso, la respuesta puede convertirse en inadecuada, ya que puede ocasionarnos problemas en nuestra salud. En algunos casos podrían ser por generarnos características de obesidad, que nos pueden hacer propensos a ciertas enfermedades, o en otros casos, por las cantidades fuera de control de ciertos componentes como por ejemplo el colesterol, los triglicéridos, la glucosa, etc., que también nos pueden hacer propensos a ciertas enfermedades.
-              Las drogas administradas médicamente son beneficiosas para la salud, y si bien de esa forma disminuyen el dolor o curan y no necesariamente producen directamente placer, indirectamente a mi criterio si lo hacen, ya sea precisamente por la disminución del dolor o la cura. Sin embargo, el uso indiscriminado o en exceso de esas mismas drogas, puede producir una adicción perjudicial para la salud de las personas y para el ejercicio de su libertad consciente.
-              Hay personas que disfrutan del placer de jugar juegos de azar y apostar, si bien una respuesta adecuada sería que puedan gozar de ese placer natural, lo que tendrían que reflexionar para que no se convierta en una respuesta inadecuada, son los riesgos que puede ocasionar el exceso de ese placer para su salud económica y la de su familia.

Dejaré a tu criterio mi querido lector o lectora, la producción de más ejemplos de la vida cotidiana.

Hasta el lunes.