Según Rafael
Echeverría la resignación es el estado de ánimo que parte del juicio de que no
podemos hacer nada para cambiar una determinada situación con la que no estamos
de acuerdo. Es decir, no vemos la posibilidad de realizar acciones futuras que
logren el cambio que queremos. Y no vemos esas posibilidades porque en algunos
casos no sabemos que existen, y en otros casos, porque teóricamente sabemos que
se podría hacer, pero tenemos el juicio que así lo hagamos no lograremos nada.
En este estado de
ánimo de resignación el horizonte de posibilidades de acción de las personas
será nulo o muy restringido, vivirán apagados, en inacción y pensando que no
pueden hacer nada para lograr el cambio de algo que no aceptan pero que a su
juicio no pueden hacer nada para cambiarlo.
Por el contrario el
juicio que está detrás del estado de ánimo de la ambición, es el de la visión
de un amplio espacio de posibilidades de acción para lograr cambiar situaciones
con las cuales no estamos de acuerdo. Las personas que viven en el estado de
ánimo de la ambición, son entusiastas y ven oportunidades donde otras personas
ven obstáculos.
Pero la pregunta
lógica que surge en este punto es: ¿qué podemos hacer para pasar del estado de
ánimo de la resignación al de la ambición?
Bueno, al igual que en
el caso de los juicios y de las emociones, la clave está en el proceso
reflexivo. Ya sea mediante la autorreflexión o mediante el apoyo de alguna
persona amiga, técnica o coach, que nos ayude a reflexionar y tomar consciencia
de los juicios que están detrás de nuestros estados de ánimo.
Una vez identificados
los juicios detrás del estado de ánimo de la resignación podremos reflexionar
sobre sus fundamentos. Como ejemplo, nos podremos hacer preguntas tales como:
- ¿Realmente no podemos hacer algo para
cambiar la situación? Muchas veces no hacemos este ejercicio porque
consideramos nuestros juicios como verdades absolutas.
-
¿Hay personas que hayan estado en
nuestra misma situación y han podido salir de ella?, ¿qué hicieron? Las
conversaciones que podamos sostener con personas con experiencias exitosas en
situaciones como la nuestra nos pueden dar un aprendizaje valioso.
- ¿Hay algo que yo debo aprender?, ¿cómo,
cuándo, dónde? En mi opinión, la obtención de nuevos aprendizajes siempre
significarán un incremento en nuestro horizonte de posibilidades de acción.
-
¿Qué conversaciones debo realizar, y con
quién? Las conversaciones tienen poder y es bueno aprender a planearlas y
realizarlas.
Hasta el jueves.