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jueves, 14 de enero de 2016

DEL RESENTIMIENTO A LA ACEPTACIÓN (parte 1)

Al igual que en las emociones humanas, detrás de los estados de ánimo también hay interpretaciones o juicios que los explican. Basándonos en la teoría de Rafael Echeverría, explicaremos la forma en que se relacionan ciertas interpretaciones o juicios con el estado de ánimo del resentimiento.

El resentimiento en primer lugar, nace de la interpretación que somos víctimas de acciones injustas, producto de promesas incumplidas o expectativas legítimas no cumplidas. En segundo lugar, interpretamos que hay un responsable singular o plural, real o abstracto de esa injusticia sobre el cual queremos venganza. En tercer lugar, interpretamos que nosotros no podemos hacer nada para cambiar esa situación de injusticia y saciar nuestro deseo de venganza.

Como mencionamos en nuestro artículo anterior, a diferencia de las emociones los estados de ánimo tienen mayor duración. Por lo tanto, el riesgo es que vivamos mucho tiempo en el estado de resentimiento, lo cual implicará un horizonte de posibilidades de acciones alejadas de la alegría y la felicidad. Nietzche considera que el estado de ánimo del resentimiento nos hace esclavos, o como dice una frase popular: “el resentimiento es como tomar veneno y esperar que nuestro victimario se muera”.

Por lo tanto, la respuesta adecuada para salir del resentimiento es pasar al estado de ánimo de la aceptación y paz (de una situación que no podemos cambiar). Sin embargo, al igual que en el caso de las emociones tendremos primero que reflexionar sobre los fundamentos de las interpretaciones o juicios que sostienen nuestro estado de ánimo de resentimiento. Por ejemplo, debemos hacernos las siguientes preguntas y reflexionar sobre ellas:

-    ¿Realmente fuimos víctimas de una injusticia?, ¿hubo alguna promesa incumplida?, ¿hubo alguna expectativa legítima incumplida?
-       ¿La venganza es una solución a la situación?
-       ¿Realmente no podemos hacer nada frente a esa situación?, ¿podemos hacer un reclamo fundamentado?, ¿podemos aceptar la conclusión de nuestro proceso de reclamo?, ¿en caso no aceptemos la conclusión de nuestro reclamo podemos perdonar?

Como es característico en nuestros artículos un ejemplo clarificará este proceso de reflexión y de paso del estado de ánimo del resentimiento a la aceptación, lo veremos en nuestro próximo artículo.

Hasta el lunes.