Ahora que soy coach parte de
mi actividad es hacer talleres. Realizar esta actividad me ha permitido
reflexionar sobre una acción que en mi
opinión es muy importante, pero que a veces no le damos la debida importancia.
Me estoy refiriendo a la acción de salir como voluntario.
Usualmente, en los talleres
los expositores pedimos voluntarios cuando queremos hacer alguna dinámica para
explicar algún tema. Me refiero a ese momento en el que el expositor pide a
viva voz un voluntario o voluntarios para que salgan al frente para realizar
una dinámica. Si, exactamente, ese momento en que se hace el silencio en la
sala, los rostros se tornan inexpresivos para no llamar la atención, y se
comienzan a mirar entre sí para ver si alguien se animó.
Imaginémonos que puede estar
pasando por la mente de las personas en el momento que se pide a un voluntario.
Un pensamiento común podría ser, ¿salir yo?, ¿para qué?, pero detrás de esas
dos preguntas sencillas podrían haber algunos enemigos del aprendizaje, como por
ejemplo:
- “Lo
que pasa es que no sé lo que se va a hacer”. Detrás de esa expresión vemos
aparecer al miedo a lo desconocido, el participante preferiría tener todo
claro.
- “¿Y
si hago el ridículo por no saber?”, aparece el miedo a no saber, como si no
saber fuera algo malo.
- “Mejor
que salga otro”, le restamos importancia al hecho de salir como voluntario.
Este participante podría estar pensando: como no es importante mejor que salga
otro.
- “Para
que voy a salir, ¿qué me puede enseñar ese expositor?” El juicio que aparece
detrás de esa expresión es un juicio de arrogancia, porque no se le reconoce
autoridad a otros.
¿Por qué estas actitudes son
enemigos del aprendizaje? Son enemigos del aprendizaje porque al impedir que
salgamos como voluntarios nos están haciendo desperdiciar una oportunidad de
aprendizaje experiencial. Y ¿saben qué?, el aprendizaje experiencial es el
aprendizaje más valioso. Según los expertos el recuerdo de la información a los
tres meses de recibida es, verbal 10%, Verbal y demostrativa 32% y verbal
demostrativa y experiencia 65% (John Whitmore en Coaching, pag. 35).
En otras palabras, cuando
dejamos de salir como voluntarios a alguna dinámica en algún taller, es como si
fuéramos a un restaurante y rechazáramos el mejor plato, o como si fuéramos al
teatro y rechacemos los mejores asientos, o como si fuésemos al concierto de
nuestro cantante favorito y rechacemos asientos en la zona VIP o Premium.
Hasta el lunes.