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lunes, 25 de julio de 2016

EL SÍ Y EL NO

¡Las palabras son poderosas! Es la única forma como se puede explicar que dos palabras tan pequeñitas como el “sí” y el “no” puedan tener tanta fuerza. Con cualquiera de esas dos palabras creamos una nueva realidad, se abren o se cierran un determinado horizonte de posibilidades de acción.

Cuando decimos sí a algo, nos estamos comprometiendo a hacer algo. Dame el sí, le dice el novio enamorado a su damisela. Denme el sí, le dice el político a sus seguidores para contar con su voto. Confírmame que sí, le dice el vendedor al comprador para poder atender su pedido, etc., etc., etc.

En todos los ejemplos antes mencionados el sí implica un compromiso para hacer algo, por eso el sí es una palabra que debe de ser reflexionada antes de mencionarla. La reflexión hará que usemos el sí de la manera adecuada. Ni tan exageradamente que nos llenemos de compromisos que resulten ser imposibles de cumplir, ni tan escasamente que seamos incapaces de crear nuevas realidades en nuestra vida.

Al decir no a algo, también estamos haciendo un compromiso, pero en este caso implica no hacer algo. Para decir no, se necesita un poco más de valor que para decir que sí ¿Por qué? Porqué el no, está cargado de más prejuicios que el sí. El no suele estar asociado a lo negativo y el sí a lo positivo. Sin embargo, diciendo que no se puede apoyar cosas positivas. Por ejemplo si le digo no a la corrupción, no a las coimas, no a la discriminación, etc., etc., etc.

Lo importante en mi opinión es estar consciente que ambas palabras el sí y el no implican compromisos y crean un determinado número de posibilidades de acción. Como dice Humberto Maturana las palabras no son inocentes. Jesús también decía: “Digan sí cuando es sí, y no cuando es no; cualquier otra cosa que se le añada, viene del demonio” (Mateo 5, 37). ¡Tremendas palabras el sí y el no!

Estar conscientes del poder de esas palabras nos debe hacer responsables de las consecuencias que se pueden originar cuando las utilizamos. Por ejemplo, nuestra credibilidad dependerá de cómo las acciones que realizamos o que dejamos de realizar, son o no son coherentes con los compromisos que hicimos cuando dijimos que sí, o que no.

Quizás un buen ejercicio sería que cada vez que nos soliciten un sí o un no, hagamos una pausa, reflexionemos, y luego demos una respuesta. La repetición continua de esa acción se hará una costumbre, y porque no, también una virtud.

Hasta el jueves.

jueves, 21 de julio de 2016

¿VOLUNTARIO YO?

Ahora que soy coach parte de mi actividad es hacer talleres. Realizar esta actividad me ha permitido reflexionar  sobre una acción que en mi opinión es muy importante, pero que a veces no le damos la debida importancia. Me estoy refiriendo a la acción de salir como voluntario.

Usualmente, en los talleres los expositores pedimos voluntarios cuando queremos hacer alguna dinámica para explicar algún tema. Me refiero a ese momento en el que el expositor pide a viva voz un voluntario o voluntarios para que salgan al frente para realizar una dinámica. Si, exactamente, ese momento en que se hace el silencio en la sala, los rostros se tornan inexpresivos para no llamar la atención, y se comienzan a mirar entre sí para ver si alguien se animó.

Imaginémonos que puede estar pasando por la mente de las personas en el momento que se pide a un voluntario. Un pensamiento común podría ser, ¿salir yo?, ¿para qué?, pero detrás de esas dos preguntas sencillas podrían haber algunos enemigos del aprendizaje, como por ejemplo:

-       “Lo que pasa es que no sé lo que se va a hacer”. Detrás de esa expresión vemos aparecer al miedo a lo desconocido, el participante preferiría tener todo claro.
-       “¿Y si hago el ridículo por no saber?”, aparece el miedo a no saber, como si no saber fuera algo malo.
-      “Mejor que salga otro”, le restamos importancia al hecho de salir como voluntario. Este participante podría estar pensando: como no es importante mejor que salga otro.
-    “Para que voy a salir, ¿qué me puede enseñar ese expositor?” El juicio que aparece detrás de esa expresión es un juicio de arrogancia, porque no se le reconoce autoridad a otros.

¿Por qué estas actitudes son enemigos del aprendizaje? Son enemigos del aprendizaje porque al impedir que salgamos como voluntarios nos están haciendo desperdiciar una oportunidad de aprendizaje experiencial. Y ¿saben qué?, el aprendizaje experiencial es el aprendizaje más valioso. Según los expertos el recuerdo de la información a los tres meses de recibida es, verbal 10%, Verbal y demostrativa 32% y verbal demostrativa y experiencia 65% (John Whitmore en Coaching, pag. 35).

En otras palabras, cuando dejamos de salir como voluntarios a alguna dinámica en algún taller, es como si fuéramos a un restaurante y rechazáramos el mejor plato, o como si fuéramos al teatro y rechacemos los mejores asientos, o como si fuésemos al concierto de nuestro cantante favorito y rechacemos asientos en la zona VIP o Premium.

Hasta el lunes.

lunes, 18 de julio de 2016

EL POTENCIAL

Este artículo nace de las ideas que postula John Whitmore en su libro Coaching respecto al potencial. Me gustaría citar dos de ellas que me motivaron mucho a la reflexión: “Hay que pensar en el equipo en términos de potencial y no de rendimiento”, “Hay algo en el interior de la persona que espera ser liberado”.

Pienso que muchas veces asociamos el potencial con el rendimiento. Es decir, evaluamos el rendimiento de una persona y en función de ese rendimiento asumimos un potencial. En otras palabras establecemos un pensamiento lógico, si la persona “A” logro un rendimiento “B” muy satisfactorio es muy probable que logre un rendimiento “C” más satisfactorio.

Sin embargo, en mi opinión, el pensamiento lógico del párrafo anterior no está recogiendo la reflexión de las frases de Whitmore que yo he citado.

En la primera frase el autor separa los dos conceptos: “Hay que pensar en el equipo en términos de potencial y no de rendimiento”. A mi parecer es muy claro su mensaje, la clave para él es el potencial, no el rendimiento. En la segunda frase pienso que se complementa su apreciación: “Hay algo en el interior de la persona que espera ser liberado”. Veamos, primero, la clave para él es el potencial y no el rendimiento, y luego postula que todos tenemos un potencial que espera ser liberado. En conclusión, todos tenemos potencial.

Esta conclusión me parece importante porque se suele discriminar a las personas entre personas con potencial y sin potencial, como si existieran personas sin potencial. Quizás lo que apreciamos son personas que han liberado su potencial y personas que aún no han liberado su potencial.

Entonces una pregunta válida podría ser, ¿y cómo podemos liberar nuestro potencial?

Pienso que nuestro potencial lo podemos liberar de varias maneras. Sin embargo se me ocurren dos: i) la primera que estemos atentos a las oportunidades retadoras que se nos presentan en la vida y sepamos aprovecharlas, ii) la segunda que construyamos nuestras propias oportunidades, metas y retos, y nos esforcemos por alcanzarlos.

Les sugiero, por lo tanto, acabar con el mito del potencial porque todos tenemos potencial. Y más bien, en el caso de que no se nos hubieran presentado las oportunidades para liberarlo, tener consciencia que nosotros podemos ser capaces de fabricar nuestras propias oportunidades. Lo que sí es muy probable, que en el caso que no hagamos nada, nuestro potencial puede permanecer oculto por mucho tiempo en alguna parte de nuestro ser.

Hasta el jueves.

jueves, 14 de julio de 2016

LA TARUMBA UN ESPECTÁCULO DE ACCIONES DIFÍCILES

Hace unos días tuve la oportunidad de asistir al montaje que está realizando el equipo de La Tarumba y que tiene como nombre Tempo. La verdad soy un seguidor de la La tarumba y este espectáculo en mi opinión es muy recomendable.

Mientras admiraba el espectáculo me ponía a pensar en todo el trabajo que debe haber detrás de cada malabar, de cada ejercicio, de cada actuación. Cuantas acciones repetitivas deben haber realizado cada integrante del equipo para lograr un resultado excelente. Y como la suma de esos resultados individuales excelentes dan origen a un espectáculo extraordinario.

Para nosotros los espectadores, las actuaciones que hacen los artistas de La Tarumba nos parecen que están llenas de “acciones difíciles”, y en efecto lo están. Lo que pasa es que cuando ellos las hacen parecen fáciles. Detrás de esa facilidad con la que ellos realizan sus actos está todo su entrenamiento y esfuerzo cotidiano.

Les propongo reflexionar para ver si podemos aplicar ese enfoque de vida de La Tarumba en nuestra vida diaria. En mi opinión, nosotros también somos capaces de hacer que se nos haga fácil la realización de esas “acciones difíciles” que se nos presentan en la vida cotidiana. Solo tenemos que realizar las acciones clave del entrenamiento efectivo: esfuerzo y repetición.

Ya sé, pero ustedes podrán decir: eso de realizar las acciones claves del entrenamiento efectivo no es tan fácil. En efecto, claro que sí, no es tan fácil, tenemos muchos enemigos internos que nos impiden ponerlo en práctica. Como por ejemplo: “no tengo tiempo”, “eso cansa”, “eso no es para mí”, “mejor lo hacemos mañana”, “yo no tengo habilidad para eso”, “hay otros que lo hacen mejor que yo”, “¿y si no funciona?”, etc., etc., etc.

Sin embargo, la responsabilidad de entrenar en forma efectiva para poder realizar esas “acciones difíciles” es nuestra y la tenemos a la mano todos los días. No depende de nadie más. Nadie nos puede impedir que hagamos diariamente nuestro mejor esfuerzo en forma repetida, ¿o sí? Nadie puede impedir que busquemos con entusiasmo el resultado deseado.

¿Y cuál es ese resultado deseado? Bueno, en el caso de La Tarumba la cara de alegría de todo el elenco cuando termina el espectáculo. Todos ellos sonrientes satisfechos de haber brindado su mejor esfuerzo. La cara de alegría y el aplauso generoso de todos los que disfrutamos del espectáculo. Las emociones son contagiosas y como en este caso la alegría se contagia. Y esa alegría no solo es momentánea, se revive cada vez que se recuerda lo vivido, como ahora que escribo este artículo: ¡Gracias La Tarumba!

Hasta el lunes.

lunes, 11 de julio de 2016

UNA ACCIÓN DIFICIL

En la miniserie Marco Polo que se puede ver por la cadena Netflix del cable, hubo una escena que me gustó mucho y que me inspiró para escribir el presente artículo.

Resulta que el Gran Kan emperador de Mongolia de nombre Kublai, para mantener su poder como reciente emperador de china asesinó con sus propias manos al heredero del imperio chino que era un niño pequeñito.

Ese asesinato lo presenció Marco Polo quien era cercano al Gran Kan porque se había sabido ganar su confianza y respeto. Este asesinato le originó a Marco Polo sentimientos de repulsión, desilusión y resentimiento contra el Kan.

Lo curioso es que el Gran Kan también estaba resentido con esa actitud de marco Polo. En esa situación el Gran Kan le dijo a Marco Polo que lo acompañara a subir la montaña del lobo para meditar sobre una importante decisión. En la montaña ambos son atacados por el gran lobo quien casi mata al Gran Kan pero es salvado por Marco Polo quien mató al lobo de un flechazo.

El Gran Kan luego de ser salvado le dijo a Marco Polo regresemos que ya tengo clara mi decisión. Marco Polo mostró su cara de desconcierto. El Gran Kan le dijo: he recuperado mi confianza en ti porque has realizado “una acción difícil”. Tú estabas resentido porque maté al niño heredero emperador, pero a pesar de eso, cuando me viste en peligro de muerte me salvaste la vida, esa debe haber sido “una acción difícil” para ti. Esa “acción difícil” que tu realizaste me demuestra tu cariño y lealtad. Fin de la escena.

Esa escena me hizo reflexionar sobre las “acciones difíciles” que tenemos que realizar en nuestra vida para ganarnos la confianza de las personas que nos lideran, o de las personas a quienes lideramos.

Esas “acciones difíciles” no se enseñan en los libros, no se aprenden en clase. Esas “acciones difíciles” se realizan y se aprenden en nuestro vivir cotidiano. Esas “acciones difíciles” se suman a todas las decisiones y acciones que realizamos en nuestro vivir y que son las que forman nuestro carácter. Ese carácter que forma nuestro ser, nuestra identidad y guía nuestra vida.

Como ustedes saben, yo escribo y creo mucho en el proceso de la “reflexión”. Sin embargo, la reflexión sin acciones está expuesta a que se la lleve el viento. Las acciones son lo que le da vida a nuestras reflexiones. Las acciones son las que transforman las reflexiones en realidad y hacen posible que se obtengan resultados. Y estos resultados pueden ser asombrosos si nos atrevemos a realizar las “acciones difíciles”, esas acciones que los demás generalmente rehúyen.

Hasta el jueves.

jueves, 7 de julio de 2016

LOS PROCESOS DE MODELAJE DE MAPAS MENTALES Y LA PNL

Bandler y Grinder sostienen que para la construcción de los mapas mentales con los que los seres humanos interpretamos el mundo, no solo tenemos que enfrentar nuestros límites neurológicos, sociales e individuales (sobre los que nos referimos en nuestro artículo anterior), además, tenemos que lidiar con tres procesos claves de modelaje o creación de mapas mentales, que se crean y se comunican en, y a través del lenguaje. Estos tres procesos de modelaje son: las generalizaciones, las eliminaciones y las distorsiones. Estos tres procesos de modelaje limitan aún más nuestra capacidad de interpretación y de realizar acciones en el mundo.

En el proceso de las generalizaciones[1], existen creencias o juicios que generalizan nuestra capacidad de acción para diferentes disciplinas y situaciones. Por ejemplo, tengo la creencia que no soy bueno en una actividad artística y generalizo que soy malo en cualquier actividad artística. Otro ejemplo, tengo una experiencia desagradable en una reunión social, y la generalizo desarrollando la creencia de que no me gusta participar en actividades sociales.

En el caso del proceso de las eliminaciones[2], se refiere a la tendencia que tenemos a eliminar ciertas partes de nuestro lenguaje porque las asumimos sobreentendidas.  Por ejemplo, si decimos: “me es imposible hacer deporte”. No estamos precisando a que se debe que pensemos que nos es imposible hacer algún deporte, tampoco a qué clase de deporte nos estamos refiriendo.

Con respecto al proceso de las distorsiones[3],  este aparece cuando nuestras creencias y prejuicios son más fuertes que las palabras que escuchamos y hacen que se distorsione lo que escuchamos. Por ejemplo, si nuestra creencia o prejuicio es que cantamos feo, cuando cantemos y recibamos cualquier elogio lo distorsionaremos y trataremos de desvirtuarlo pensando quizás que el elogio es falso o interesado.

Por lo tanto, los mapas mentales que usamos los seres humanos para interpretar y actuar en el mundo, no solo son producto de nuestros límites neurológicos, sociales e individuales, también lo son de los procesos de modelaje de generalizaciones, eliminaciones y distorsiones que creamos y comunicamos a través del lenguaje.

La riqueza de nuestros mapas mentales dependerá de que tan cerca o tan lejos se encuentren nuestros mapas mentales de la realidad del mundo. Asimismo, de la riqueza de nuestros mapas mentales dependerá nuestro horizonte de posibilidades de acción en el mundo y las mayores o menores posibilidades de lograr los resultados que queremos.
Hasta el lunes.



[1] (Para profundizar sobre el proceso de generalizaciones pueden revisar mis artículos del 18 y 21 de abril de 2016).
[2]  (Para profundizar sobre el proceso de eliminaciones pueden revisar mis artículos del 25 y 28 de abril de 2016).
[3]  (Para profundizar sobre el proceso de distorsiones pueden revisar mi artículo del 2 de mayo de 2016).

lunes, 4 de julio de 2016

NUESTROS MAPAS MENTALES Y LA PNL

Una de las principales corrientes dentro del coaching es la Programación neurolingüística (en adelante PNL). Richard Bandler y John Grinder en su libro La estructura de la magia I,  desarrollan su teoría basada en que los seres humanos creamos  mapas mentales para interpretar el mundo.

Los autores explican que el mundo es la representación completa de la realidad y lo que hacemos los seres humanos es construir mapas mentales que nos sirven para interpretar ese mundo, y actuar en él. Como sabemos una de las características de los mapas es que establecen límites. En el caso de nuestros mapas mentales ellos también establecen límites en nuestras mentes que restringen nuestro horizonte de posibilidades de acción.

La construcción de estos mapas mentales estará en función de los conocimientos que adquirimos los seres humanos. A mayores conocimientos tendremos mayor capacidad de acción y menores límites mentales. Sin embargo, para la construcción de estos mapas mentales los seres humanos tenemos tres limitantes principales: neurológicas, sociales e individuales.

Las limitantes neurológicas son las relacionadas con nuestro cuerpo, es decir con nuestros sentidos y sistema nervioso. La mayor capacidad con que desarrollemos nuestra corporalidad neurológica ampliará nuestra capacidad de acción y reducirá nuestros límites de acción en este aspecto.

Luego tenemos las limitantes sociales referidas a las comunidades en las cuales vivimos. Es decir, en función al mayor número de comunidades en las cuales vivamos se ampliará la cantidad conocimientos que adquirimos en ellas, y se reducirán nuestros límites de acción. Aquí estamos hablando de las comunidades según la geografía (países, ciudades, distritos, etc.), según la profesión u oficio de cada persona, según el deporte que se practica, según el arte que se realiza, etc. Dada la diversa e ilimitada cantidad de actividades que puede realizar cada ser humano el límite es estrictamente personal.

Finalmente tenemos las limitantes individuales que están compuestas por todas las experiencias particulares en nuestra vida. Es decir las vidas con mayor variedad y riqueza de experiencias tendrán mayores conocimientos y menores límites de acción.

En conclusión, todos los seres humanos hemos construido los mapas con los que interpretamos el mundo de acuerdo a nuestros límites neurológicos, sociales e individuales. Es decir, en la medida que tengamos menos límites en esos tres aspectos, la riqueza de nuestro mapa y de nuestro horizonte de posibilidades de acción será mayor.

Hasta el jueves.