En estos últimos tiempos, se está ofreciendo en el mercado el servicio de “coaching”; y no necesariamente quienes ofrecemos este servicio estamos comunicando un concepto homogéneo a la gente interesada en dicho servicio.
Teniendo en consideración que yo estoy ofreciendo el servicio de coaching, me gustaría explicar lo que en mi opinión es el coaching, y por ende, el servicio que estoy ofreciendo.
Después de leer a varios autores expertos en el tema tales como Rafael Echeverría, John Withmore, Richard Bandler y John Grinder, he encontrado algunas características comunes y que son las que trataré de explicar más adelante en términos concretos y sencillos.
El coaching es un proceso de aprendizaje, que tiene como objetivo incrementar el horizonte de posibilidades de acción de las personas. La lógica es: mientras más posibilidades de acción tenga una persona, estará mejor preparada para enfrentar las dificultades o problemas que le aparezcan en el fluir de su vida. En ese sentido, la labor del coach será la de apoyar a las personas en el aprendizaje de esas nuevas posibilidades de acción.
El coaching es un proceso relacional, porque implica la relación entre una persona que brinda el servicio y que llamamos “coach” y otra persona que recibe el servicio y que se le llama “coachee”. Además, es un proceso conversacional en el que el coach mediante sus preguntas e interpretaciones de lo que escucha, buscará apoyar al coachee, para que él mismo descubra esas posibilidades de acción que en ese momento no tiene.
En la primera gran etapa del proceso de coaching, las principales tareas del coach serán lograr que el coachee consiga tener “consciencia” y “responsabilidad” de esas nuevas posibilidades de acción. Cuando hablamos de “consciencia” nos referimos a que el coachee se “dé cuenta” que esas nuevas posibilidades de acción existen; y cuando mencionamos la palabra “responsabilidad” nos referimos a que el coachee acepte “hacerse cargo” del aprendizaje necesario para adquirir esas nuevas posibilidades de acción.
En la segunda gran etapa, la principal tarea del coach es la de acompañar al coachee en la puesta en marcha de sus “compromisos” y del “aprendizaje logrado”. El “compromiso” está relacionado con las acciones que el coachee debería realizar para aprender el nuevo horizonte de posibilidades, y el “aprendizaje logrado” tendrá que ver con el reconocimiento de que el coachee ha adquirido la capacidad de realizar nuevas acciones, que antes del aprendizaje mediante coaching no era capaz de realizarlas.
Hasta la próxima.
